Pequeños pasos

Los niños crecen que es una barbaridad. Sobre todo te das cuenta en la ropa. Lo que hace un año les venía grande hoy les viene ajustado, sabes que pronto tendrás que ir de compras para renovarles el vestuario.

Hace una semana fuimos al cumpleaños de unos amigos de los nenes, dos hermanos (chico y chica) que nacieron justo con dos años de diferencia. Eloy, que ya se ha erigido en el "mayor" de los dos, decidió que no le gustaba la actividad que habían preparado para los niños, que era escalada en un pequeño rocódromo adaptado a ellos. Así que vino y me dijo que "mi hermano y yo queremos ir al parque de bolas". Y allí que fueron, y se lo pasaron espectacular.

Día a día ves que van forjando su carácter, cada uno tiene una personalidad y por eso, a veces chocan. Ahora han aprendido que si uno dice "negro" y el otro "blanco", tienen que hablarlo entre ellos hasta llegar a "gris" o a lo que les guste a los por igual. Y es una risa oírlos hablar y razonar entre ellos sin nuestra intervención.

Otro gran cambio es el cole. Este año han empezado primero de primaria, y ahora tienen más ganas de ir al cole, al menos no se resisten como antes en infantil. Y Eloy, a su modo, nos ha dado la razón: Ahora no se aburren en clase y aprenden más. En Infantil todo se basaba en juegos, pero la carga lectiva era muy pequeña y eso parece que les frustraba, porque siempre se quejaban que se aburrían. Ahora están más estimulados y cada día te sorprenden con lo nuevo que han aprendido: palabras, sumas, escribir...